Ayer terminamos la bici de Daniel que nos había donado Chemi en junio pasado y para la que no habíamos tenido piezas hasta ahora. No solo tenía el cambio partido, sino que el tirón del cable al meterse en los radios había destrozado el mando del manillar por dentro. Es importante regular los topes del cambio, dos tornillitos, para evitar que la cadena vaya más allá del recorrido entre coronas del piñón y por tanto evitar que se salga. Si el desajuste es muy grande puede ocurrir, como en este caso, que el cambio se meta directamente en la rueda y se parta el cambio, los radios y, lo peor, nos partamos la cabeza...
También nos visitaron Belén II y Maciek, un alumno de español que había perdido la tuerca de una biela y que tuvimos la suerte de encontrar entre las cajas de repuestos (es una faena esta avería porque hace falta una llave de tubo para poder apretarla).
La Macario de Belén, un cuadro clásico de racores pintado en plan ochentero bicolor, daba gusto ajustarla por la calidad de los materiales, un grupo Tiagra de tres platos que no solemos ver con frecuencia en reciclabicis. Solo hizo falta tensar un poco los cables para estar perfectamente a punto.
La bici, interesante para restaurar a fixie, la compró de segunda mano en Bike Spain donde al parecer renuevan la flota todos los años y donde hemos podido ver interesantes ofertas de todo tipo de bicis.
Por último, conseguimos ajustar los conos de la bici de Pablo y quitarle el traqueteo, aunque no los kilos (esta bici tiene 4 platos para mover el tonelaje...).
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